Este vino procede de las uvas de un único viñedo, Finca la Navilla, situado a una altitud de 844 metros sobre el nivel del mar. El especial microclima que se da, con grandes diferencias de temperatura entre el día y la noche, es fundamental para obtener vinos frescos y equilibrados.
Vista: Este vino posee un color rojo picota muy intenso, profundo, casi opaco, muy vivo y resulta atractiva su abundante lágrima teñida.
Olfato: Aromas de gran complejidad, fruta, ahumados y especiados con un equilibrio entre la madera y la fruta brillantemente conseguidas. Sus notas tostadas y un fondo de mineralidad, le confiere gran originalidad en esta fase olfativa, de gran intensidad y elegancia.
Gusto: De excelente estructura, muy carnoso, denso, concentrado, con un tanino noble, envolvente y sin aristas, de gran calidad.